La protección de San Ramón Nonato contra chismes, rumores y difamaciones
San Ramón Nonato, glorioso defensor de la fe, sufriste cruel martirio por predicar la palabra de Dios. Hoy acudimos a ti con humildad para solicitar tu ayuda y protección contra aquellos que hablan mal de nosotros, buscando causarnos daño. Te pedimos que lleves nuestras peticiones ante Dios Padre, para que cesen los intentos de aquellos que nos perjudican injustamente.
Petición de protección
San Ramón Nonato, te pido que escuches mi oración y me amparas en mi situación de sentirme desprotegido y vulnerable. Tú eres un poderoso abogado de los calumniados y los injustamente tratados. Acepta con benignidad estos rezos que te dirijo, para que pueda seguir mi camino libre de tormentos y obstáculos.
Liberación de malas intenciones
Te ruego, San Ramón Nonato, que intercedas ante Dios para que ningún enemigo, ya sea visible u oculto, me amenace, acose o intimide con sus intrigas, malas lenguas, chismes y difamaciones. Que sus bocas callen y cesen sus mentiras para que yo pueda avanzar y prosperar en todas las áreas de mi vida, sin perjuicio en mi vida sentimental, laboral y familiar.
Liberación de resentimientos y falsedades
Líbrame, por favor, de enemistades, resentimientos y falsedades. Pido que toques el corazón de mis enemigos para que cambien y desistan de sus intenciones negativas. Solicito a Dios que les conceda salud y bienestar, para que así puedan encontrar la paz en sus corazones. Que sus acciones y palabras maliciosas no afecten mi vida y pueda vivir en paz, con continuidad y felicidad.
Protección contra la esclavitud del pecado
San Ramón Nonato, te ruego que por tu poderosa intercesión apartes de mi vida la esclavitud del pecado. Que cada día me acerque más a Dios y pueda vivir con paz, tranquilidad y dicha. Te pido que alejes a todas aquellas personas que desean mi confusión y perdición. Libera mi vida y hogar de los enemigos que desean causarme daño con sus calumnias, falsedades, traiciones, odios y malicias.
Padre nuestro
Que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Dios te salve María
Llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y en dicho es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre
Al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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