La partida terrenal de la Virgen María: relato de un santo
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La Asunción de la Virgen María
Hoy queremos compartir contigo la historia de la Santísima Virgen María y su muerte, un tema que ha sido una gran incógnita en la humanidad. Los católicos creemos que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma por su hijo Jesús, en lo que conocemos como la Asunción de la Virgen. Permítenos contarte más sobre este acontecimiento maravilloso.
La Virgen María, la mujer más bendecidaMaría fue la mujer más bendecida en toda la historia de la humanidad. Fue elegida para dar a luz al Hijo de Dios y tuvo el privilegio de criarlo, verlo crecer y ser testigo de todos sus milagros y enseñanzas. También sufrió y padeció durante su pasión y muerte en la cruz, pero tuvo la bendición de verlo resucitado.
Después de la resurrección y ascensión de Jesús, la Biblia no menciona mucho acerca de María. Sin embargo, según San Juan Damasceno, un santo y doctor de la iglesia, la Virgen María no murió por enfermedad ni vejez.
La sorprendente historia de la Virgen MaríaSan Juan Damasceno nos cuenta una emocionante historia sobre la partida de la Virgen María. Debido a que ella no tenía pecado original, no tenía que recibir el castigo de la enfermedad ni el envejecimiento. Según la tradición, María fue asunta al cielo en cuerpo y alma por su hijo Jesús, quien la llevó a la morada celestial para estar con él por toda la eternidad.
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¡Te invitamos a compartir tus testimonios de fe y oración! Si has recibido una ayuda milagrosa de nuestro Padre Jesús, sus santos, ángeles o de la Santísima Virgen María, escríbenos. Tus correos serán leídos y contestados, siempre respetando la confidencialidad. Esos testimonios pueden ser una luz de esperanza para otros hermanos y hermanas que necesitan una intercesión o ayuda milagrosa en sus vidas.
Que la bendición de Dios esté siempre contigo. Amén.
El amor de la Virgen María por su hijo Jesús era tan profundo que incluso deseaba ir al cielo para reunirse con él. Este amor la llevó a la muerte, unos 14 años después de la crucifixión de Jesús. Durante ese tiempo, María dedicó su vida a enseñar la religión y difundir la palabra del Salvador, consolando a los tristes, ayudando a los enfermos y brindando apoyo a los moribundos.
Los últimos momentos terrenales de María
Cuando María supo que su partida a la eternidad estaba cerca, convocó a los apóstoles para compartir con ellos sus últimos consejos y bendiciones. Los apóstoles la amaban como a una madre bondadosa y llegaron a su encuentro con lágrimas en los ojos, arrodillándose para besar sus santas manos que tantas veces los habían bendecido.
María, una madre consoladora y esperanzadoraMaría brindó consuelo y esperanza a cada uno de los apóstoles. Luego, como quien se duerme en un dulce sueño, cerró santamente sus ojos y su alma bendita partió hacia la eternidad. La noticia de su fallecimiento se dispersó rápidamente por toda la ciudad y cada cristiano acudió a llorar junto a su cuerpo, como si hubiera perdido a su propia madre.
El entierro de María y la esperanza en el cielo
El funeral de María fue más una celebración de Pascua que un acto de despedida. Los cristianos entonaban el aleluya con la firme esperanza de que ahora tenían una poderosa intercesora en el cielo: María. En el ambiente se sentían aromas suaves pero fuertes, y parecía que armonías musicales llenaban el aire.
Tomás, uno de los apóstoles, no había llegado a tiempo para despedirse de la Santísima Madre. Pedro le ofreció visitar la tumba de María juntos para que Tomás pudiera darle un último beso a esas santas manos que tanto lo habían bendecido. Se dirigieron hacia el santo sepulcro y en el camino volvieron a sentir los aromas suaves y las armoniosas músicas en el ambiente.
La asunción de la Virgen al cielo
Al abrir el sepulcro, en lugar de encontrar el cuerpo de la Virgen, se encontraron con una gran cantidad de hermosas flores. Jesucristo había resucitado a su madre y la había llevado al cielo. Esto es lo que conocemos como la asunción de la Virgen al cielo, un acto divino de amor y poder que demuestra el amor de un hijo por su madre.
Comparte esta historia con aquellos que necesiten encontrar consuelo y esperanza en la palabra de Jesús. La asunción de la Virgen María es un recordatorio de que nuestra fe y devoción tienen recompensas eternas.
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