
La bendita llaga de la espalda de Jesucristo: una fuente de ayuda inmediata
Bienvenidos amigos y amigas a nuestro blog de Oraciones Milagrosas TV. Mi nombre es Marisol y quiero ser su guía en este sagrado momento de oración. Les recomiendo realizar la oración en un lugar tranquilo durante 7 días. Hazla con mucha fe, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Bendita y Santísima Llaga
Mi señor Jesucristo, mi Jesucristo amado, mi manso Cordero de Dios, yo soy un pobre pecador, una persona llena de defectos, que viene delante de ti con reverencia. Hago reverencia a tu bendita y santísima llaga, la cual padeciste y sufriste en tu espalda a causa del gran peso que llevabas con la Santa Cruz. Ese gran dolor que sentiste, mayor y más grande que cualquier otra herida en tu cuerpo. Padre Jesucristo, eres mi adoración, mi torturado y azotado Jesucristo.
Súplica Urgente
Estoy aquí ante tus pies, lleno de humildad, para realizar mi súplica urgente. Yo te adoro, te alabo con toda mi alma, desde lo más profundo de mi ser. Te doy gracias porque sé que tú, Padre, escuchas todas nuestras súplicas. Te pido por la bendita y dolorosísima llaga de tu espalda, que vengas en mi auxilio. Sufro por ese duro peso que llevaste con la cruz. Te ruego que tengas piedad de mí, esa piedad que no tuvieron contigo, mi amado Señor Jesucristo, mi amado Padre.
La Llaga de la Espalda
También te pido que escuches mi urgente súplica. Dame el perdón de mis pecados. Yo, Padre, quiero acompañarte en el camino de tu cruz, mi amado Señor Jesucristo. Beso todas tus sangrientas pisadas. Bendita y alabada sea la santísima llaga de la espalda.
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Oración Final
O mi bendita cruz, o mi inocente llamado Jesucristo, o grande dolor, o grande crueldad, o mi gran dolor y sufrimiento. Mi Jesucristo, mi gran Redentor, mi amado Salvador. Esta llaga cruel y lastimada, esta yaga llena de dolor y sufrimiento. Oh mi preciosísima sangre, sangre derramada de ti, Señor Jesucristo. Vengo ante ti con tu espalda llena de dolor. Eres el único digno de ser alabado y reverenciado.
Oración por los Seres Humanos
Ofrezco esta poderosísima oración por todos los seres humanos que están pasando por un proceso de dolor, sufrimiento, enfermedad y muerte en este momento.
Pedimos por la salud, sanidad y salvación
Pedimos por su salud, sanidad y salvación, mi Señor Jesucristo. Por la bendita llaga de tu espalda, te pedimos tu bendición. Que nos traigas el arrepentimiento a nuestras almas y que todos los que te hemos ofendido alcancemos tu perdón.
Jesús, la fuente de amor y misericordia
Tú eres mi Jesucristo, la fuente de alimento de nuestras almas. Te ruego, mi Jesucristo, que escuches todas mis sinceras y urgentes peticiones. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
El dolor y el sacrificio de Jesucristo
Ofrezco y ofrendo por todo tu dolor, por el gran peso de tu cruz, ese Calvario con el que redimiste y salvaste al mundo. Te pido misericordia, Señor, para mí y para todos los seres humanos. Te pido que intercedas ante mi Dios padre por toda la ayuda a los humanos, a todas las personas que están sufriendo dolor.
Petición de ayuda y protección
Te pedimos, Señor Jesús, con toda nuestra humildad que tengas piedad de mí. Que me acompañes en todos mis agobios, dificultades y tribulaciones. Que yo esté contigo y me llene de tu preciosa sangre que derramaste por nosotros. Sálvame de todos los peligros de esta vida y logra de nuestro Padre celestial que seas la ayuda en todas mis dificultades que afligen toda mi existencia.
Gloria a la Santísima llaga de la espalda de Jesucristo
Alabada seas siempre y por siempre, Santísima llaga de la espalda de nuestro Señor Jesucristo. Alabada seas por todos los tiempos, mi llamada llaga de la espalda de nuestro Señor Jesucristo. Alabada seas en este momento y para siempre, Santísima llaga de la espalda de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración a Jesucristo por su llaga de la espalda
Dios, yo soy un pobre pecador, lleno de defectos, vengo ante ti a saludarte y hacerte reverencia. Hago reverencia a tu bendita y santísima llaga en la espalda, la cual padeciste por el peso de tu Santa Cruz y por los golpes que recibiste. Padre Jesucristo, te adoro y te alabo con toda mi alma. Te doy gracias porque sé que escuchas nuestras súplicas.
Te pido, mi amado Señor Jesucristo, que por la dolorosísima llaga de tu espalda vengas en mi auxilio. Sufrimos bajo el peso de nuestros pecados, y te ruego que tengas piedad de mí y me concedas el perdón. Quiero acompañarte en el camino de tu Cruz, besando tus pisadas sangrientas.
Bendita y alabada sea la santísima llaga de la espalda, fuente de redención y sufrimiento. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Oh mi bendita Cruz, oh mi inocente llamado Jesucristo, te ofrezco esta poderosísima oración por todos los seres humanos que están sufriendo y pasando por procesos dolorosos. Pedimos por su salud, sanidad y salvación. Te pedimos tu bendición y que traigas el arrepentimiento a nuestras almas. Que todos los que te hemos ofendido alcancemos tu perdón. Ten misericordia de nosotros, amado Jesús, y sálvanos.
La bondad y misericordia de Jesucristo
Amados hermanos, en este artículo deseamos honrar y adorar a nuestro amado Jesucristo, nuestro Salvador, el Dios de bondad y misericordia. Nos postramos ante las llagas que llevó en su espalda, sufriendo y padeciendo el dolor de su pesada Cruz.
El sacrificio de amor de Jesucristo
Damos gracias desde lo más profundo de nuestro corazón por ese gran amor que Jesucristo nos demostró al soportar tanto sufrimiento por nuestra salvación.
Petición de misericordia
Señor Jesucristo, en humildad nos acercamos a ti y te rogamos que escuches nuestras sinceras y urgentes peticiones. Bendito seas, Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Te pedimos piedad para todos los seres humanos. Que intercedas ante nuestro Padre celestial y brindes ayuda a todos aquellos que están sufriendo.Que tu preciosa sangre, derramada por nosotros, nos acompañe en todos nuestros afanes y dificultades. Te imploramos, Señor, que nos protejas de los peligros de esta vida y seas nuestra fortaleza en todo momento. Amén.
Gloria y alabanza
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en todo tiempo y por siempre. Alabamos a la santísima llaga de la espalda de nuestro señor Jesucristo, rindiendo homenaje a su sacrificio eterno.
Una súplica a Jesucristo por su dolorosa llaga de la espalda
Padre Jesucristo, eres mi adoración, mi torturado y azotado Señor. Estoy aquí, lleno de humildad, para realizar mi súplica urgente. Te adoro y te alabo con toda mi alma. Te doy gracias porque sé que Tú, mi Padre, escuchas nuestras súplicas.
Te pido, por favor, que tengas piedad de mí. Sufro por el peso duro que llevaste con la cruz. Ruego que escuches mi urgente súplica y me des el perdón de mis pecados. Quiero acompañarte en el camino de tu luz, Jesucristo.
Bendita y alabada sea la santísima llaga de tu espalda. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Oh mi bendita Cruz, oh mi inocente Jesucristo, mi gran dolor y sufrimiento.
Ofrezco esta poderosísima oración por todos los seres humanos que están pasando por un proceso de dolor, sufrimiento y enfermedad. Pedimos por su salud, por su sanidad y por su salvación. Te pedimos, Señor Jesucristo, tu bendición y que traigas arrepentimiento a nuestras almas. Que todos los que te hemos ofendido alcancemos tu perdón. Te pido, mi Señor Jesús, que tengas misericordia de nosotros.
Amado Jesucristo, mi Salvador, mi Dios amado, mi Dios de bondad y misericordia.
Me arrodillo ante tu llaga, esa llaga que llevas en la espalda y que te causó ese gran dolor más que todos. Te suplico que salves nuestras almas, oh amado Jesucristo.
El amor y sacrificio de Jesucristo
Los otras llagas: Te amo, te adoro mi señor Jesucristo.
Te glorifico: Ante todo ser humano, agradezco de rodillas todo el dolor que soportaste por mí, lo soportaste para mi salvación. Gracias por esa gran fuente de amor que fue tu dolor y que fue tu sacrificio.
Tú eres mi Jesucristo, la fuente de alimento de nuestras almas. Te ruego, mi Jesucristo, que escuches todas mis sinceras y urgentes peticiones.
La oración del Padre Nuestro
Padre nuestro: Que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Petición de misericordia
Misericordioso y dulce Jesucristo: Ofrezco y ofrendo por todo tu dolor, por el gran peso de tu cruz, ese Calvario con el que redimiste y salvaste al mundo. Te pido misericordia, señor, para mí y para todos los seres humanos. Te pido que intercedas ante mi Dios padre por toda la ayuda a los humanos, a todas las personas que están sufriendo dolor.
Te pedimos, señor Jesús, con toda nuestra humildad, que tengas piedad de mí. Que me acompañes en todos mis agobios, en todas mis dificultades, en todas mis tribulaciones. Que yo esté contigo, que me llene de tu preciosa sangre que derramaste por nosotros. Sálvame de todos los peligros de esta vida. Te pido, me logres de nuestro padre celestial que seas la ayuda a todas mis dificultades que afligen toda mi existencia.
Adoración a la llaga de Jesucristo
Alabado seas siempre y por siempre, mi Santísima llaga de la espalda de nuestro señor Jesucristo. Alabada seas por todos los tiempos, mi llamada a llaga de la espalda de nuestro señor Jesucristo. Alabada seas en este momento y para siempre, santísima llaga de la espalda de nuestro señor Jesucristo. Amén.
Reverencia y súplica a Jesucristo
Gloria al padre, gloria al hijo y gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén, mi señor Jesucristo, mi Jesucristo amado, mi manso Cordero de Dios. Yo soy un pobre pecador, soy una persona llena de defectos. Una persona que viene delante de ti, vengo a saludarte, vengo ante ti hacer reverencia.
Yo hago reverencia: A tu bendita y santísima llaga, la cual padeciste y la cual sufriste en tu espalda. Causada por ese gran peso que llevabas, el gran peso de tu Santa Cruz y a causa de tus preciosos huesos que de ellos salían, sufrió ese gran dolor. Un gran dolor que sentiste, que era mayor, era más grande que cualquiera de las otras heridas que llevabas en tu cuerpo.
Padre Jesucristo: Eres mi adoración, eres mi torturado y asustado Jesucristo por esa dolorosísima llaga de tu espalda. Estoy aquí y vengo a tus pies, vengo lleno de humildad a realizar mi súplica.
¡Te alabo, Señor!
Yo te adoro y te alabo con toda mi alma. Desde lo más profundo de mi ser, te doy gracias, mi Padre, porque sé que escuchas todas nuestras súplicas. Te ruego que tengas piedad de mí y me perdones por mis pecados. Quiero acompañarte en el camino de tu cruz, mi amado Señor Jesucristo.
El peso de la cruz
Te pido por la bendita y dolorosa llaga de tu espalda. Sufro por el duro peso que llevaste con la cruz. Oh, mi amado Salvador, te ruego que tengas misericordia de mí y escuches mi urgente súplica. Dame tu perdón y la fuerza para seguir tus enseñanzas.
La oración del Padrenuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Bendita Cruz, redentora de nuestras almas
Oh, mi bendita Cruz, mi Jesucristo, te ofrezco esta poderosa oración por todos los seres humanos que están pasando por un proceso de dolor y sufrimiento. Pedimos por su salud, sanidad y salvación. Te pedimos, Señor, que tengas misericordia de nosotros y nos traigas el arrepentimiento a nuestras almas.
El sacrificio de Jesucristo
Me arrodillo ante la llaga de tu espalda, Santo Jesucristo. Esa llaga que sufriste llevando tu pesada Cruz. Te amo, te adoro y te glorifico ante todos los seres humanos. Agradezco todo el dolor que soportaste por mí, por mi salvación. Gracias por tu gran fuente de amor que fue tu sacrificio.
La fortaleza en la fe
Tú, Jesucristo, eres la fuente de alimento de nuestras almas. En este mundo lleno de dificultades, recurrimos a ti en busca de fortaleza y esperanza. Confiamos en que, a través de nuestra fe en ti, encontraremos la paz y el consuelo que tanto necesitamos.
Querido Jesucristo, te ruego que escuches mis sinceras y urgentes peticiones. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venimos ante ti con humildad, ofreciéndote reverencia y adoración.
La llaga de tu espalda
Querido Jesús, ofrezco mi dolor por el peso de tu cruz, por el calvario en el que redimiste y salvaste al mundo. Te pido misericordia para mí y para todos los seres humanos. Que intercedas ante nuestro Padre celestial y nos ayudes en nuestras dificultades y tribulaciones.
La ayuda en nuestras dificultades
Señor Jesús, te pido que me acompañes en todos mis agobios y que me llenes de tu preciosa sangre. Sálvame de los peligros de esta vida y ayúdame en todas mis dificultades. Te suplico que seas mi guía y que seas la ayuda en todas mis tribulaciones.
La alabanza a tu llaga
Oh Santísima llaga de la espalda de Jesucristo, alabada seas por siempre. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Reconocemos tu sufrimiento y te adoramos con gratitud.
Orando con humildad
Mi amado Jesucristo, vengo ante ti como un pobre pecador lleno de defectos. Te doy gracias porque sé que escuchas nuestras súplicas. Quiero rendirme a ti, confiando en tu amor y poder.
Pedido urgente
Te pido, Jesucristo, por la bendita y dolorosísima llaga de tu espalda. Que vengas en mi auxilio y alivies el peso que llevo. Sufro mucho y necesito tu ayuda. Confío en tu misericordia y en tu amor infinito.
Querido Jesucristo, te necesito y te entrego mi vida en tus manos. Amén.El poder de la oración y la plegaria en el cristianismo
En el cristianismo, la oración y la plegaria tienen un papel fundamental. A través de ellas, los creyentes pueden comunicarse con Dios y expresar sus necesidades, agradecimientos y peticiones. La oración es un acto de fe y humildad, en el que se reconoce la autoridad y el poder de Dios en la vida de cada persona. En este blog, exploraremos diferentes rezos, oraciones y plegarias que nos acercan a Dios y nos ayudan en nuestro crecimiento espiritual.
La Cruz de Jesús y el perdón de pecados
Querido Dios, te pido que tengas piedad de mí y me concedas el perdón de mis pecados. Reconozco que he fallado y necesito tu gracia y misericordia. Me arrepiento de mis acciones y te ruego que me acompañes en mi camino de fe. Te bendigo y te alabo, Señor Jesucristo, por el sacrificio que hiciste en la cruz por mi salvación.
La importancia de la Cruz en el cristianismo
La cruz es un símbolo sagrado en el cristianismo. Nos recuerda el amor incondicional de Dios hacia la humanidad y el sacrificio supremo de Jesucristo por nuestra redención. La llaga de la espalda de Jesús, causada por los clavos de la cruz, es un recordatorio del dolor y el sufrimiento que él soportó por nosotros. Es a través de su sacrificio que obtenemos el perdón y la salvación.
Oración por aquellos que sufren
En este momento, queremos elevar una poderosa oración por todos los seres humanos que están atravesando por el dolor y el sufrimiento. Pedimos por su sanidad, su consuelo y su salvación. Que tu amor y tu misericordia sean derramados sobre ellos, Señor Jesucristo.
La oración del Padre Nuestro
El Padre Nuestro es una de las oraciones más conocidas en el cristianismo. Nos enseña a adorar a Dios, a pedirle su provisión diaria, a buscar su perdón y a renunciar a la tentación. Oremos juntos:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Pedidos sinceros y urgentes a través de la oración
Señor Jesús, te ruego que escuches todas mis sinceras y urgentes peticiones. Reconozco que solo tú tienes el poder de responder a mis necesidades. Confío en tu gracia y sabiduría para guiarme en este camino de vida. Te adoro y te glorifico, mi amado Salvador.
La tentación y liberación del mal
Amén. Virgen misericordiosa y dulce Jesucristo, yo ofrezco y ofrendo por todo tu dolor, por el gran peso de tu cruz y ese Calvario con el que redimiste y salvaste al mundo.
La devoción hacia la Virgen y Jesucristo
Yo ofrezco y ofrendo mi más profunda devoción a la Virgen María y a Jesucristo. En ellos encuentro paz, amor y salvación.
La importancia de la redención y la salvación
La redención y la salvación son los mayores regalos de Dios a la humanidad. Gracias a su sacrificio en la cruz, podemos encontrar el perdón y la vida eterna.
La lucha contra la tentación
En nuestra vida cotidiana, nos enfrentamos a la tentación del mal. Es importante mantenernos fuertes en nuestra fe y buscar la ayuda divina para resistir a ella.
Las plegarias y oraciones como fortaleza
Nuestras plegarias y oraciones son una fuente de fortaleza espiritual. A través de la comunicación con Dios, encontramos consuelo y guía en medio de las adversidades.
El poder de la cruz y el sacrificio
La cruz y el sacrificio de Jesucristo nos ofrecen redención y liberación del mal. A través de la fe en Él, podemos encontrar paz y esperanza en medio de las pruebas.
El amor incondicional de Dios
El amor de Dios hacia nosotros es infinito y sin condiciones. A pesar de nuestras faltas y debilidades, Él siempre está dispuesto a perdonarnos y guiarnos en nuestro camino espiritual.
La importancia de la devoción y la entrega
La devoción y la entrega a Dios son elementos fundamentales en nuestra vida. A través de ellos, encontramos sentido, propósito y plenitud en nuestra relación con lo divino.