La Oración de la Santa Cruzada: Una poderosa protección contra enemigos y males
Oración de la Santa CruzadaLa oración de la Santa Cruzada es una poderosa protección contra los enemigos y males. Adoramos la cruz bendita, estandarte venturoso donde murió el rey glorioso y vencedor del enemigo. Te pedimos, oh santísima Cruzada, que nos libres de ser vencidos y de todo mal, peligro y adversidad. También pedimos que nos libres de cualquier hora mala y fatal, estemos donde estemos y en cualquier momento. Con el corazón en la mano, te pedimos que si en este día o en esta hora, en este lugar hubiese mala influencia procurada por nuestros enemigos, la Virgen Santísima y el Espíritu Santo nos libren, que los ángeles y arcángeles nos defiendan y el poder de Dios Padre de bondad nos proteja. Pedimos que nuestra casa sea alumbrada por el santísimo sacramento y alejada de la oscuridad. Te rogamos, Virgen y Madre de Dios, que con el velo negro con que fuiste cubierta, seamos tapados, resguardados y amparados, y que con el santo sepulcro de tu Hijo, seamos armados, vestidos y calzados. Que nuestros enemigos y contrarios se retiren tres pasos atrás al mencionar el poderoso nombre de la Santísima Cruzada, que hombres y animales se rindan, así como el demonio ante el Arcángel San Miguel y como los no creyentes ante el glorioso Hijo de Dios. Permitid, Virgen Santísima, madre nuestra y madre del amor hermoso, el buen Jesús, que al dar una advertencia en el nombre de la Santa Cruz, los enemigos, ya sean invisibles o visibles, conocidos o desconocidos, se ausenten de nuestro lado para siempre y que sus malas intenciones no lleguen a nosotros. Que la Santa Cruzada sea el muro que nos proteja de las malas personas y males. Amén.
Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Santa Cruzada del Corazón de Jesús
Aquí está la Santa Cruzada del Corazón de Jesús, que nos defiende de las tempestades, maldades, engaños, ofensas y traiciones, y nos conduce por el camino glorioso donde caminan las nobles almas, guiadas en este valle de lágrimas por el divino Jesús, nuestro maestro y salvador. Nos arrodillamos ante la imagen sacratísima del Altísimo en esta hora.
La importancia de la contrición y el retiro espiritual
Es fundamental para nuestro crecimiento espiritual practicar la contrición y el retiro. Estas prácticas nos permiten alejar nuestra alma de las tentaciones y enfocarnos en la comunión con el Salvador para obtener la redención de nuestros pecados y pasiones. *Creer*, *rezar con fervor* y buscar momentos de *meditación y recogimiento* son pasos clave para fortalecer nuestra fe.
El poder del Credo y la Salve
En el Credo encontramos una declaración de fe en Dios Padre Todopoderoso, Jesucristo y el Espíritu Santo. A través de esta afirmación, reafirmamos nuestra creencia en la Santa Iglesia Católica, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Recitar el Credo nos permite fortalecer nuestra conexión con Dios.
La Salve es una oración dedicada a la Virgen María, en la que reconocemos su papel como Reina y Madre de misericordia. A ella acudimos en momentos de necesidad, buscando su intercesión y protección. La devoción a la Virgen María nos brinda consuelo y esperanza en este valle de lágrimas. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, eres nuestro refugio y guía en tiempos difíciles.
La poderosa protección de la oración
La oración tiene un poder muy especial. Si la realizamos con devoción y plena fe, podemos obtener favores y protección divina. Para que sea más efectiva, podemos colocarla en lugares estratégicos, como la entrada de nuestra casa o en el negocio que deseamos proteger. También podemos llevarla con nosotros, cerca del corazón, para sentir la presencia de Dios en todo momento.
Es importante tener en mente que la oración no solo nos brinda tranquilidad, sino que también nos conecta con el amor y la protección de nuestro Padre Celestial. No olvides repetir la oración con frecuencia, especialmente si necesitas una protección especial o buscas el resguardo de Dios en distintas ocasiones. ¡Gracias por escuchar esta oración y por ser parte de nuestra comunidad en Oraciones para Todos!
Colabora con nosotros
Si te ha gustado esta oración y deseas seguir disfrutando de contenido espiritual, te invitamos a colaborar con nosotros. Suscríbete a nuestro canal para recibir más contenido inspirador, comparte este artículo en tus redes sociales y deja tus intenciones en los comentarios. ¡Dios te bendiga en abundancia!