Novena de Justo Juez: Elimina enemigos, injusticias, males y enfermedades de tu vida
Un cordial saludo a toda la comunidad de Oraciones para Todos. En esta ocasión, vamos a realizar la poderosa novena al Justo Juez, con el objetivo de ser librados de enemigos, injusticias, males y enfermedades.
Señal de la Santa Cruz
Comenzaremos levantando la señal de la Santa Cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, me pesa de todo corazón haber os ofendido, porque sois bondad infinita y os amo sobre todas las cosas. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amen.
Oración al Justo Juez
Bienaventurado Justo Juez, Hijo de la Sagrada Virgen María, te pido, Señor mío, que en tu santo día me encomiendes a ti, me protejas para que no sea presa del peligro ni en ninguna maldad. Cubre me con tu manto sagrado, socórreme en la angustia, aparta a mis enemigos para que no me vean ni me alcancen. Imploro tu auxilio, adorado Señor, dame tu sagrada compañía, igual que a los apóstoles que tuvieron tu resguardo siempre. Que no me falte, Señor eterno, así como con la bondad de tu Santa Madre virtuosa María. Ante ti rindo mis plegarias con especial clamor. Juez amado de los fieles, danos tu protección, luz de luz, misericordia y dicha. Te suplico en esta novena me cobijes y resguardes, así como la Virgen María acompañó su angustiosa pena. Permítele hacerlo en mis instantes de prueba, clemencia, Señora madre. Tú me conoces, no me dejes. Amen.
Oración Preparatoria
"Dios ha ocupado su lugar entre los jueces celestiales para dictar sentencia contra ellos. ¿Hasta cuándo harán ustedes juicios falsos y se pondrán de parte de los malvados? Hagan justicia al débil y al huérfano, hagan justicia al pobre y al necesitado. Libren a los débiles y pobres, y defiéndanlos de los malvados. Pero ustedes no saben, no entienden. Andan en la oscuridad. Tiemblan los cimientos de la tierra. Yo dije que ustedes son dioses, que todos son hijos del Amado. Sin embargo, morirán como todo hombre, caerán como cualquier tirano o dios. Disponte a juzgar la tierra, pues Tú eres el dueño de todas las naciones".
Rezos diarios
Continuemos con tres Credos y tres Padres Nuestros en honor al Justo Juez:
Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Tres Padres Nuestro:
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre...
En el cristianismo, la fe en Dios es fundamental. Creer en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna nos guía en nuestro camino espiritual. Amén.
Creo en Dios Padre Todopoderoso
Creo en Jesucristo, su único hijo nuestro Señor, quien fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Padre nuestro: la oración perfecta
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
La justicia de Dios en alabanza
Oh Señor, quiero alabarte con todo el corazón y contar tus muchas maravillas. Tú eres justo y has reprendido a los paganos. Tus enemigos huyen delante de ti y caen. Celebramos tu nombre con himnos y nos regocijamos en tu justicia. Has tomado tu trono para hacerme justicia. Alegría y gratitud brotan de nuestros corazones. Amén.
Has destruido a los malvados. Has borrado su recuerdo para siempre. El enemigo ha muerto y con él ha muerto la suciedad que representaba. Tú, Señor, los has destruido y no quedó ni rastro de ellos. Pero tú, Señor, eres Rey por siempre. Has afirmado tu trono y vendrás a juzgar al mundo con justicia. Dictarás esta sentencia a los pueblos:
"El Señor protege a los oprimidos y los defiende en tiempos de angustia."
Señor, los que te conocen confían en ti, pues nunca abandonas a quienes te buscan. Cantemos himnos al Señor, que reina en Sión, anunciando a los pueblos lo que ha hecho. Tú, Señor, te acuerdas de los afligidos y no olvidas sus lamentos. Castigas a quienes les hacen violencia.
"Señor, ten compasión de mí. Mira cómo me afligen los que me odian. Sácame de las puertas de la muerte y así, a las puertas de Jerusalén, diré a todo el mundo que tú eres digno de alabanza y que soy feliz porque me has salvado."
Los paganos caen en su propia trampa. Sus pies quedan atrapados en la red que ellos mismos han escondido. El Señor se ha dado a conocer y ha hecho justicia. El malvado queda preso en la trampa que ha tendido. Los malvados y los paganos, los que se olvidan de Dios, acabarán en el reino de la muerte. No siempre serán olvidados los pobres, ni para siempre se perderá su esperanza.
Levántate, Señor
"No consientas la altanería del hombre, juzga a los paganos en tu presencia. Hazles sentir terror, Señor. Hazles saber que no son más que hombres."
Pide ahora por tus intenciones personales. Si deseas, compártelas en los comentarios.
Rezo de los credos
Rezaremos tres credos y tres padres nuestros:
Credo 1: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén."
Credo 2: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén."
Credo 3: "Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén."
El Credo de nuestra fe
Creo en Dios Padre todopoderoso
Creator del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado. Descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir
a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
El Padrenuestro, la oración del amor
Nuestra oración modelo, enseñada por Jesús mismo:
Pater noster, qui es in caelis,
sanctificetur Nomen Tuum,
adveniat Regnum Tuum,
fiat voluntas Tua,
sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum cotidianum da nobis hodie,
et dimitte nobis debita nostra,
sicut et nos dimittimus debitoribus nostris,
et ne nos inducas in tentationem,
sed libera nos a Malo.
Oración final
"Señor, tú eres justo, rectos son tus decretos. Todos tus mandatos son justos y verdaderos.
Me consume el celo por tus palabras, pues mis enemigos se han olvidado de ellas.
Tu promesa ha pasado las más duras pruebas, por eso la amo. Soy humilde y despreciado.
Pero no me olvido de tus preceptos, tu justicia siempre justa y tu enseñanza, la verdad.
Me he visto angustiado y en aprietos, pero tus mandamientos me alegraron.
Tus mandatos son siempre justos, dame entendimiento para que pueda yo vivir. Amén."
El Señor es mi pastor
El Señor es mi pastor, nada me faltará. Me hace descansar en verdes pastos,
me guía junto a tranquilas aguas, y restaura mi alma. Me lleva por sendas de justicia
por amor a su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno,
porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas un banquete delante de mí en presencia de mis enemigos. Has ungido
mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por siempre."
Acompañamiento espiritual en cada día
Las oraciones y plegarias son una parte esencial de mi vida diaria. Me brindan paz y fortaleza, y en tu casa, Señor, deseo vivir por siempre.
La importancia de la fe
Finalizamos esta novena en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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