Descubre cómo agradecer a Dios puede transformar tu día y tu vida
Muy buenos días, hermanos y hermanas. No se inquieten por nada, más bien en toda ocasión con oración y ruego presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Gracias a Dios en todo momento
Si puedes hacerlo, cierra tus ojos, toma aire profundamente y libera todos tus pensamientos y preocupaciones. Tan solo concéntrate en todo lo que quieres agradecerle a Dios por todo lo bueno y todo lo malo que te ha dado, porque cada cosa es una enseñanza de vida. Agradece de corazón y escríbelo en los comentarios. Mientras tanto, escucha esta poderosa oración.
Oración a Dios
Amado Dios, sé que estás conmigo desde antes de verme nacer. Creaste cosas hermosas para mí y siempre estuve y estaré en tus planes. Tú estás conmigo desde la noche hasta el amanecer, simplemente eres el padre que siempre soñé. Nunca me abandonas y siempre permaneces fiel en cada momento. Gracias por ser el motor de mi vida el cual jamás se apagará, sin importar el momento, la situación o la circunstancia. Conoces todos los errores que he cometido y los que cometeré. Conoces mis más penosos y malvados pensamientos, pero aún así, me amas. Tu amor es infinito, después de todos los infinitos. Tu grandeza y fidelidad no tienen comparación y no hay nada que yo pueda hacer para igualar todo lo que das y haces por mí.
Fe en Dios y su presencia
Crees en mí cuando nadie más lo hace, me acompañas cuando todos me han dejado solo, cuando todos me han dejado sola. Cuando siento frío, tu abrazo me trae paz. Simplemente sé que estás ahí. Me permites verte cada día reflejado en las maravillas de tu creación, en un hermoso amanecer, en la sonrisa de mi madre, en tener la posibilidad de hablar con mis seres queridos o en poder ayudar a mis semejantes. Esas son solo algunas de las maravillas que puedo contemplar y disfrutar. Por eso, entiendo que nunca me alcanzarán las palabras, ni los días, ni los meses, ni los años para poder decirte gracias.
Entrega a Dios y gratitud
Gracias por ser mi sustento, mi ayuda y mi todo. Teniendo en cuenta que mi corazón es lo más preciado que tengo, no dudo en entregártelo a ti. Sé que cuidarás de él, así como cuidas de mí, de mi familia, de mis amigos y de todas las personas que amo. Sé que no necesitas que te amen para que tú me ames. Es imposible para mí comprender tu amor, y entiendo que no podré comprender muchas cosas acerca de ti. Pero solo te pido que cada día me des la oportunidad de despertarme para darte las gracias por tus maravillas y por permitirme amarte un día más. Simplemente, es la máxima acción que mi humana naturaleza puede hacer por ti, adorado Señor.
Agradecimiento a Dios por su bondad y misericordia
Gracias, de todo corazón, por ser tú mi Dios bueno y misericordioso. Tú estás lleno de bondad y me regalas el don de la vida. Cada día me bendices con nuevas razones para sonreír.
Agradecimiento por las bendiciones recibidas
Me dispongo a estar en tu presencia con un corazón agradecido, lleno de gozo y rebosante de pensamientos agradables. Señor, mi alma te bendice porque no hay nadie más fiel que tú, mi amado Padre.
Gracias por todas y cada una de las bendiciones que has dado a mi vida y a la vida de todos los que me rodean. Agradezco por mi familia, mis amigos y por todas las personas que me rodean.
En mi oración de gratitud también te doy gracias por cada puerta que abriste en mi camino y por todas aquellas que cerraste para protegerme. No permitas que suelte tu mano y tráeme de vuelta a tus brazos si me alejo de ti.
Agradecimiento por las pruebas y enseñanzas
Gracias, Dios de amor, por todo aquello que has arrebatado de mi vida, por quitar aquellas cosas y personas que no me edificaban y no me ayudaban a crecer. Reconozco tu amor y fidelidad en cada momento.
Conclusiones y reflexiones
Estas palabras no bastan para demostrarte mi amor y fidelidad, pero nacen desde lo más profundo de mi corazón. Hoy te doy gracias por cada aspecto de mi vida, desde mi cuerpo hasta los alimentos y la ropa que me provees.
Deseo servirte y dar testimonio de tu bondad al mundo. Te pido que sigas acompañando mis pasos en los momentos tristes y felices. Mi vida se llena de cosas buenas gracias a ti.
Guárdame de todo peligro, mi Señor
Aunque el principio fue doloroso, comprendí que tus planes para mí eran mejores. Guárdame de todo peligro siempre, mi Señor. Protégeme de todo aquel que me quiera hacer mal y aparta me de las tentaciones. Gracias, Señor, te doy desde ya porque sé que tú estás escuchando mis plegarias. Nunca me dejas solo, nunca me dejas sola. Gracias porque ahora mismo me he despojado de la tristeza y de la desesperanza, sanando así mi alma y mi corazón de toda perturbación del pasado y del futuro. Porque ahora mismo me encuentro en el presente junto a ti y no hay nada más lindo que sentir tu presencia en el presente.
Tu ayuda en momentos de tentación
Cada vez que caigo en tentación, tú me ayudas a levantarme. Porque cuando estoy triste, tú me das ánimo para seguir adelante. Y porque cuando todo parece perdido, apareces tú con una esperanza renovadora. Lo mejor de todo, me quedo contigo, teniendo la certeza de que me estás escuchando. Cada una de estas palabras de agradecimiento llegan a tu corazón como la más grande muestra de mi amor, en el nombre de tu amado hijo Jesús. Amén.
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