7 Salmos poderosos para atraer la prosperidad y abundancia a tu vida
Señor Dios, me acerco a ti con fe depositando mi economía en tus manos. Elevo a ti esta oración a través de tus Salmos, que están llenos de bendiciones y por medio de los cuales nos has hecho promesas de amor y prosperidad para colmar nuestra vida. Creo y espero con todo mi corazón que tú siempre tienes el control de todo, teniendo la certeza de que tu voluntad es que yo sea próspero y libre de necesidades.
Salmo 23
El Señor es mi pastor, nada me faltará. En prados de tiernos pastos me hace descansar, junto a aguas tranquilas me conduce. Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia, por amor a su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Dios mío, tú me has dicho que nada me faltará, que cubres todas mis necesidades. Me darás el dinero que requiero. Descanso con tu promesa, no tengo miedo. La pobreza no me tocará, no puede hacerme daño. Abundancia tendré.
Salmo 1
Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores. Más bien, en la ley del Señor está su delicia, y en ella medita de día y de noche. Será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará. Señor, tú me haces prosperar como el árbol que crece y fructifica a su tiempo. Tu presencia me hará crecer en gran manera. Al obedecer, te recibiré bendiciones materiales. En todo lo que haga, harás que mis finanzas aumenten para que tenga todo lo que preciso. Gracias te doy, mi Dios.
Salmo 145
Los ojos de todos tienen su esperanza puesta en ti, y tú les das su comida a su debido tiempo. Abres tu mano y satisfaces el deseo de todo ser viviente. Justo es el Señor en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. Tú, Señor, me proteges para que no tenga carencias porque bendices a quienes creen y practican tu justicia. Abres tu mano para llenarme de favores, me das abundancia. Contigo soy valiente, me siento seguro, estoy protegido. El dinero se multiplicará en mi vida y en la vida de mi familia. Palabras de vida.
Salmo 5
Se alegrarán todos los que confían en ti para siempre, gritarán de júbilo. Pues tú los proteges, los que aman tu nombre se regocijarán en ti. Porque tú, oh Señor, bendecirás al justo como un escudo lo rodearás con tu favor. Contigo, padre, tendré alegría siempre porque en ti confío. Porque ayudas a quienes profesan en tu nombre, a los que te aman. Siempre llenas con tus bendiciones, tu gracia está conmigo. Por eso me harás prosperar con tu benevolencia. Me cubres con tu escudo.
Protección financiera y abundancia divina
Protege el dinero en mi casa. Tengo todo lo que solicito, colmado estoy de bienes. Tanto que podré compartir con otros. Gracias por eso, mi Dios. (Salmo 41).
En cuanto a mí, en mi integridad me ha sustentado y me haces estar delante de ti para siempre, Padre Dios. Me sostienes en todo momento, nunca me dejarás caer. Tengo la plena seguridad de ello. (Salmo 41:12).
Bendito eres, mi Dios, porque tienes cuidado de mí. Lindas mis finanzas frente a mis enemigos. Nada perturba mi economía, eres mi custodio día y noche. Me das una fuente digna para obtener mi sustento. Gracias, mi Dios. Saldré siempre adelante. (Salmo 43).
Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí. Espera a Dios, porque aún le he de alabar. Él es la salvación de mi ser y mi Dios. Nada me inquieta, Señor, ni la angustia me toca. Mi esperanza reposa en ti. No tengo dudas de que tu mano poderosa me sostiene. Mi economía está bajo tu autoridad. Tú quitas todo obstáculo para que yo prospere en todos los ámbitos de mi vida. Ayudas a mi familia, no los desamparas. Por eso te alabo. Gracias, mi Dios misericordioso. (Salmo 144).
Abundancia y prosperidad divina
Nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud, y nuestras hijas como columnas labradas de las esquinas de un palacio. Nuestros graneros estén llenos, proveyendo toda clase de grano. Nuestro rebaños se multipliquen en nuestros campos por millares y decenas de millares, y nuestras vacas estén cargadas de crías. Que no haya muerte, ni aborto, ni gemido en nuestras plazas. Bienaventurado el pueblo al cual así le sucede, bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor.
Señor, yo creo en las promesas de abundancia y prosperidad que tus salmos proclaman. Por eso me siento feliz y seguro. Siempre tienes cuidado de mí. Sabes lo que necesito antes que lo pida. Mis labios siempre te alabarán. No me dejas desamparado. Tengo fe de que el dinero siempre abundará, porque me darás lo que he pedido. No estaré desprovisto. Construyes una muralla alrededor de mí. El enemigo no puede tocarme ni hacerme nada. Gracias, mi Dios. Tú eres pleno y generoso, grandioso y maravilloso. Solo en ti consigo la paz que necesito, porque estoy seguro de tu protección. Tu presencia es mi refugio, eres mi cobertura. Tengo la tranquilidad de que mi dinero se encuentra protegido. Gracias te doy, Dios proveedor y misericordioso. Bendito y alabado seas. Amén.
Vos Roberto Carlos López, palabras de vida, apóyanos con un like y a compartir esta oración, porque tal vez alguien la esté necesitando en estos momentos. Gracias por orar con nosotros.