La Corona de Espinas: Una oración que lleva consuelo y promesas divinas
Me siento abandonado, rodeado por la corona de espinas que penetran mi cabeza. Mi pueblo me ha dejado y me duele en el alma. En este momento de dolor, me arrodillo ante ti, Jesucristo agonizante, llamado hijo del Altísimo. Reconozco mis ofensas hacia ti y te ruego que tengas misericordia de mí.
Pedido de perdón
Mis pecados te han mantenido en agonía por estos miles de años. Contemplo tu figura viva en la cruz, con esta terrible corona de espinas que lastima tu rostro y punza tu sagrada faz. Me arrepiento por haberte entregado esta corona y deseo ofrecerte con amor una corona de oro en su lugar.
Petición de misericordia y perdón
Perdóname, Señor, por todo el dolor que te he causado. Mi maldad ha mantenido en agonía tu sagrada cabeza por tanto tiempo. Ten misericordia de mí y perdona al mundo. Mi Jesús sufre místicamente el dolor y la agonía de mi terrible corona de espinas en su sagrado corazón. Ten misericordia de mí y perdona al mundo.
Penitencia y arrepentimiento
Al recordar cómo golpeé tu sagrada cabeza con una varilla de hierro, siento un profundo pesar por el sufrimiento que te causé. Lloro amargamente por ser responsable de haber colocado esa corona de espinas en tu cabeza. Haré todo lo que esté a mi alcance para retirar esas espinas, cambiando mi vida a partir de ahora.
Reflexiones finales
Contemplo tu sagrada cabeza recostada sobre el regazo de tu madre dolorosa, ya sin vida puedo ver las manos que jugaron con el amado de María Magdalena. Tu madre desprendiendo con lágrimas de amor la corona de espinas. Siento una profunda tristeza por haber tratado cruelmente a mi amado Salvador. Mi Jesús, te pido perdón por mi maldad y por el sufrimiento que te causé.
Ofrecimiento de la corona de oro a Jesús
Querido Jesús, deseo ser uno de tus seguidores y ofrecerte una corona de oro como muestra de mi amor hacia ti. Te prometo cargar mi cruz tras de ti con alegría, todos los días de mi vida.
Recibe los méritos de mis sufrimientos y persecuciones, los cuales te prometo aceptar con amor en reparación de mis pecados y los pecados del mundo entero.
Promesas de Jesús:
- Sanar las heridas de los corazones de aquellos que adoren su sagrada cabeza a través de esta corona.
- Consolar a aquellos que le consuelan con estas oraciones.
- Derramar la divina misericordia sobre aquellos que adoren las heridas de su sagrada cabeza.
- Brindar la gracia de la divina sabiduría a todos los que adoren la preciosísima sangre de su sagrada cabeza a través de esta corona.
- Proteger sus cinco sentidos.
- Renovar el amor de cualquier pecador arrepentido que adore su sagrada cabeza con esta corona.
- Coronar las cabezas de aquellos que adoren las sagradas heridas y sangre de su sagrada cabeza a través de esta corona.
- Mostrar su sagrada cabeza un día antes de su muerte a todos los que amen su corona y adoren su sagrada cabeza por medio de ella.
- Bendecir la corona de espinas con poder sanador.
Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, te ofendí gravemente al acelerar la sagrada cabeza de tu hijo unigénito, a quien tanto amas. Te pido perdón y te ruego que perdones al mundo por mis pecados y los pecados de todos.
Promesa de Jesús: Mostrará su sagrada cabeza a todos aquellos que amen su corona y adoren su sagrada cabeza por medio de ella, para que tengan conocimiento de sus pecados y se arrepientan.
Oración al Padrenuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Oración al Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres,
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Oración al Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Hoy te presentamos una selección de rezos, oraciones y plegarias para fortalecer tu conexión con Dios y encontrar paz en tu vida. Recuerda que la fe es un camino de amor y esperanza, y estas palabras pueden ayudarte a encontrar consuelo y guía en tus momentos de necesidad.
El Padre Nuestro
Uno de los rezos más conocidos y poderosos es el Padre Nuestro, enseñado por Jesús mismo a sus discípulos:
Danos hoy nuestro pan de cada día, para que nunca falte alimento en nuestras vidas y podamos compartirlo con los demás.
Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, para vivir en armonía y paz con nuestros hermanos.
No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal, para que podamos resistir las pruebas de la vida y mantenernos firmes en nuestra fe.
Amén. Que así sea.
La Salve
Otra bella oración dedicada a la Virgen María es la Salve:
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén. Que así sea.
La Gloria
Para celebrar la Santísima Trinidad, podemos rezar la Gloria:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Que así sea.
