La Mano Poderosa de Dios: Una Oración de Gran Poder para Tu Vida
Amado Dios: En este día me acerco a ti y hoy más que nunca mi corazón se engrandece de bondad y fortaleza. Porque me siento muy feliz por tu amor, por tu paz, por tu presencia y por tus bendiciones. Hoy puedo decir confiada, no me rendiré, porque sé que tú, mi Señor, estás conmigo. Aunque no pueda verte y a veces hasta ni puedas sentirte, sé que estás. Sé que me cuidas. Mano poderosa de Dios, cúbreme con tu protección en cada camino que transite, sea de día o de noche. Acompáñame a donde quiera que vaya, que tu presencia me guíe, que tu presencia me sane, me restaure y edifique en mí la fe. Abre senderos llenos de bendiciones, muéstrame por favor tus magníficas bondades y construye en mí a un siervo fiel y gentil. Que mi tránsito por la tierra esté lleno de tus dones.
Amando a la vida y gozando de días felices
Primero Pedro 3:10-11: "El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños, que se aparte del mal y haga el bien, que busque la paz y la siga".
Declarando confianza y gratitud
Quiero estar bajo tu amparo y morar siempre en tu presencia. Quita mis pesadas cargas y pon en su lugar la dicha, la alegría y nuevas y mejores oportunidades para alcanzar la verdadera felicidad. Hoy dejo mi vida en tus manos para que seas tú quien abra caminos en mi vida, caminos de dicha y bendición. Para que tu luz se irradie sobre mi rostro y me cubras con tu plena felicidad. Abro en el nombre de Jesús las puertas de las mejores oportunidades. Decretó que todo lo que estuvo frenado hasta ahora será desatado y liberado para manifestarse. Cancelo en el nombre de Jesús todo pensamiento negativo, mediocre, pecaminoso y de temor. Establezco que mi mente estará libre, limpia y con una fe creciente y fuerte. Ato la enfermedad en el nombre de Jesús y todo problema de salud en mi cuerpo físico, y ordeno a mi cuerpo que funcione según la salud y sanidad que Dios estableció en su perfecto plan. Con la preciosa sangre de Jesús, purifica también nuestras lenguas para que salgan solo palabras de vida, bendición, salud y prosperidad. Cierro la puerta a la mediocridad, a la maldición y a la ignorancia, para recibir por completo la sabiduría de lo alto y la excelencia de tu reino. Deja todo lo malo atrás, aquello que alguna vez me causó dolor, las decepciones que he sufrido, las heridas del pasado, mis lágrimas.
Pidiendo por las bendiciones y la voluntad de Dios
Tú solo tienes el poder para actuar en mi vida. No me desampares. Ámame y hazme digno de ti para llevar las buenas nuevas. Quiero estar bajo tu amparo y morar siempre en tu presencia. Quita mis pesadas cargas y pon en su lugar la dicha, la alegría y nuevas y mejores oportunidades para alcanzar la verdadera felicidad.
Querido Señor, en este momento me pongo en tus manos para pedirte que me ayudes a encontrar la fortaleza que necesito para enfrentar los desafíos de la vida. Sé que tú puedes ver mi corazón afligido y conoces mis necesidades más íntimas.
Ayúdame, como hiciste con Jesús, quien hizo lo imposible posible a través de sus milagros. Te pido que desates el bienestar en mi vida y rompas las cadenas del mal que me rodean. Concédeme el milagro que tanto anhelo y te seguiré alabando fervientemente.
Pongo en tus manos mi petición para que elimines todo lo que impide que mi deseo se cumpla. Señor, solo tú conoces mis verdaderas necesidades y sabes cuánto ansía mi alma ser verdaderamente feliz.
Te pido que apartes de mí todo miedo y cansancio, y que fortalezcas mi espíritu con tu divino Espíritu Santo. Quítame las pesadas cargas y llénale mi vida de dicha, felicidad y nuevas oportunidades para alcanzar la alegría incomparable que solo encuentro a tu lado.
Sé que he cometido errores, pero te ruego que me ayudes a no volver a cometerlos y me des una nueva oportunidad para ser feliz. Tú eres mi esperanza y quien va delante de mí con sabiduría y entendimiento. En ti están puestas mis esperanzas y todos mis anhelos.
Confío en ti, por eso me pongo en tus manos. Quiero que tu fuente y tu poder me cubran y que esté protegida siempre. Te pido en este nuevo día por todas las personas que están sufriendo alguna enfermedad, para que encuentren en ti la fortaleza necesaria para seguir luchando.
Agradezco, Dios, la alegría y la felicidad que me regalas. Trataré de ajustarme a la vida y aceptar al mundo como es. Si sucede algo que no me agrada, no me mortificaré ni me lamentaré, sino que agradeceré que haya sucedido, porque así se pondrá a prueba mi voluntad de ser feliz.
Hoy seré dueña de mis sentimientos, mis nervios y mis impulsos, porque para triunfar debo tener dominio sobre mí misma. En ti confío para cumplir con la misión que me encomiendas en esta vida.
Derrama sobre mí el entendimiento para poder conocer la verdad y regálame sabiduría para comprender tus misterios de salvación. Me pongo en tus manos para seguir tu voluntad y caminar por el camino que has trazado para mí.
Trabaja con alegría y entusiasmo
Misma hoy trabajaré alegremente con entusiasmo y pasión. Haré de mi trabajo una diversión y comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Disfrutaré mis pequeños triunfos y dejaré de pensar en los fracasos. Todo mal pensamiento de mi mente. Y enséñame a seguir y aplicar día a día tu palabra, para que mis sentimientos y mis obras sean buenas y huya de todo lo que no es digno ni grato ante tus ojos, Jesús.
Libérame de mis cargas
Permíteme a través de mis actos ser una oración continua de alabanza a ti, que eres mi buen Señor, mi bien y mi dulce Redentor. Jesús, abro mi mente, mi entender, mi inteligencia para que tú penetres en ella, me liberes y me alivies de recuerdos, traumas y complejos. Y me libres de mis vicios. Corrige mis pensamientos, mi lenguaje, mi forma de ver y entender la vida y sus implicaciones. Gracias por mi hogar, por la salud, por el bienestar que me concedes, por los alimentos que llegan a mi mesa, por el pan de vida que nunca falta y por el agua de bendición para nuestro espíritu.
Comprobaré que me amas, Señor
Hoy comprobaré que tú, mi Dios, me amas y me premias con tu amor. Y al llegar la noche, comprobaré que me premias con un día de plena felicidad. Permite que mi vida sea un fiel testimonio de tu amor y tu benevolencia. Bendíceme, Señor y que a través de la luz de tu presencia pueda ser inmensamente feliz junto a todas las personas que me rodean. Teniendo la confianza y la seguridad de que tú vas a mi lado. Quiero quedarme contigo, mi amado Jesús y te doy las gracias por todo lo que me das y por todo lo que has apartado de mi vida, pues solo tú conoces aquello que de verdad necesito, aquello que me ayudará a ser total y completamente feliz.
El poder de la oración
Jesús vive, Jesús reina, Jesús impera en mi mente y en mi vida. En tu nombre bloqueo y deshago todo control mental que pueda haber sobre mí. Consagro mis pensamientos y mis decisiones al Espíritu Santo, para que solo sea él quien inspire y gobierne mi entendimiento y mi intelecto. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra, paz a los hombres que aman al Señor. Por tu inmensa gloria, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos las gracias, Señor Dios celestial, Dios Padre todopoderoso, en el nombre de Jesús. Amén, amén.
Por favor, comparte este artículo para difundir la palabra de Dios y ayúdanos a llegar a más personas. Recuerda que la felicidad es un derecho que tenemos desde nuestro nacimiento, y buscarla a través de la fe y la oración es una forma maravillosa de vivir en plenitud.