La Poderosa Novena al Ánima Sola: Una Oración Milagrosa para Peticiones Imposibles
Oración inicial para todos los díasSeñor mío Jesucristo, creador y redentor mío, único remedio de las almas del purgatorio. Vuestra amor nos hizo venir a la tierra y dar la vida por redimirnos, para que gozáramos de vuestra gloria. Humildemente os ofrezco estas oraciones y súplicas, unidas con vuestros méritos como medio de contribución para que os sirva y saque del purgatorio el alma más sola, el alma que está más abandonada y solitaria. Es mi voluntad ofrecerla tantas veces cuánto bastaría para satisfaceros hasta quedar esa pobre alma sola libre de sus penas. Es cierto que por sus pecados justamente está afligida, pero yo os pido que, por vuestra misericordia, sea perdonada. Pues vale más vuestra preciosa sangre que sus culpas, pueden más vuestros méritos que sus penas.
Súplica a la Santísima Madre de Dios
A vos, Sacratísima Madre de Dios, os pido como madre, abogada y esperanza nuestra, que intercedáis por el alma más sola que esté en el purgatorio y que hagáis que vea lograda vuestra mediación, para honra y gloria vuestra. A ti, bendita Ánima Sola, te encomiendo, rogando a Dios para mi bien y para que pueda obtener lo que solicito en esta novena. Aunque sé que es difícil, imposible, confío en que Dios Padre me la concederá si tú, Ánima Sola, se lo pides en tus oraciones. Pedir con muchísima fe lo que se desea conseguir. Amén.
Día noveno
Yo os ofrezco, dulcísimo Jesús, por las almas del purgatorio y en especial por el Ánima Sola, el zumo y último olor que sentiste al separarse vuestra alma santísima de vuestro cuerpo, encomendando el espíritu en manos de vuestro eterno Padre, con aquellas voces: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", "¡Alabado sea mi Dios!"
A continuación, rezamos tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias en honor a la pasión de nuestro Señor Jesucristo y por el eterno descanso de las almas del purgatorio.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Rezo del Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y en dicha es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración final para todos los días
Señor, pecamos grandemente y nos pesa en el alma. Ten misericordia de nosotros. Descansen en paz las del purgatorio. Que se mantengan y tengan perfecta paz y unión los fieles que aman al Señor. Que el Sagrado Corazón de Jesús sea benevolente con las almas que esperan su salvación y conceda perdón, clemencia, alivio y calma a aquellos que lloran desesperados buscando el amor y la bondad en el Padre amoroso. Que todo sea en honra y gloria de la Santísima Trinidad. Amén.
Oración a las almas del purgatorio
Almas santas, almas del purgatorio, oren a Dios por mí y yo pediré al Padre que les dé la gloria del paraíso. Y tú, alma sola, alcánzame, Señor, las gracias que deseo conseguir y que pido en estos nueve días por intercesión de la Santísima Virgen ó María, sin pecado concebida. Roga por nosotros que recurrimos a vos. Amén.
En nuestro blog religioso cristiano, nos enfocamos en brindar rezos, oraciones y plegarias para fortalecer la fe y la conexión espiritual. Durante nueve días, tienes la oportunidad de pedir por intercesión de la Santísima Virgen María, sin pecado concebida, para que ella ruegue por nosotros, aquellos que recurrimos a su amorosa guía.
La santísima virgen María, madre de todos
María, madre de Jesús y ejemplo de virtud, es una figura central en la fe cristiana. A través de nuestras plegarias y oraciones, buscamos acercarnos a ella y obtener su apoyo en nuestras vidas. Su intercesión nos permite sentir su amor maternal y encontrar consuelo en los momentos de dificultad.
La importancia de la fe y la oración
La fe es un pilar fundamental en nuestras vidas y la oración nos conecta con lo divino. A través de esta práctica, podemos expresar nuestras penas, agradecimientos y peticiones a Dios y a la Virgen María. La oración nos fortalece espiritualmente, nos da esperanza y nos guía por el camino del amor y la compasión.
Pedir con humildad y gratitud
Al rezar a la Virgen María, es importante hacerlo con humildad y gratitud. Agradecemos su disposición a interceder por nosotros y reconocemos su sabiduría divina. A medida que nos acercamos a ella, comprendemos que su amor y cuidado son incondicionales, y encontramos consuelo en su presencia benevolente.
Un llamado a la acción
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