La poderosa oración a Nuestra Señora de Fátima: descubre su significado y beneficios

Día Primero: A los matrimonios sin hijos

Pido a Nuestra Señora de Fátima un pronto embarazo para los matrimonios sin hijos, con una santa y sana concepción. También les ruego por las embarazadas, para que cuides a sus bebés en el vientre materno y les concedas un parto sin problemas.

Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Avenimiento para todos los días: Oh Dios mío, yo creo, adoro y espero, y os amo. Os pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.

Oración a la Santísima Virgen de Fátima: Santísima Virgen de Fátima, que revelaste a los tres pastorcitos un mensaje de paz y esperanza, y nos mostraste los tesoros de gracias que podemos alcanzar a través de la recitación del Santo Rosario, la devoción a vuestro Inmaculado Corazón y la práctica de la comunión reparadora de los cinco primeros sábados. Dadnos un sincero amor a estas devociones para obtener los favores que con insistencia os pedimos.

Oración Preparatoria: Oh Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de Misericordia, que en Fátima manifestaste la ternura de vuestro Inmaculado Corazón y nos trajiste mensajes de salvación y paz. Confiamos en vuestra misericordia maternal y agradecidos por las bondades de vuestro amantísimo corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor y las que os pedimos en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas.

Oración del Día Primero

Santísima Virgen María, en las apariciones de Fátima se traslucía en vuestro rostro celestial la tristeza y el dolor que os causan los pecados de los hombres. Con maternal compasión, nos exhortáis a que no apliquemos más a vuestro Hijo, ya que reparamos los pecados mediante la oración y la penitencia. Dadnos la gracia de un sincero dolor por los pecados cometidos y la resolución sincera de reparar con las oraciones y mortificaciones todas las ofensas que agravian a vuestro divino Hijo y a vuestro Corazón Inmaculado.

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra.

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración final para todos los días

Oh Dios, cuyo origen hizo con su vida, muerte y resurrección,

nos mereció el premio de la salvación eterna,

os suplicamos que nos concedas, renuncia la gracia solicitada,

si desea, pausa el vídeo.

Continuamos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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