VIA CRUCIS DE LAS SANTAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Vía Crucis de las Santas Llagas: El camino doloroso y redentor de Jesucristo

Vía crucis de las santas llagas de nuestro Señor Jesucristo

Primera estación: Jesús es condenado a muerte

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las santas llagas de nuestro Señor Jesucristo, azotado, coronado de espinas, repudiado por su pueblo y condenado a la muerte cruel e ignominiosa en la cruz para expiar los pecados de la humanidad. Por los méritos de sus santas llagas, concédenos el perdón de nuestros pecados y tu misericordia a la hora de nuestra muerte. Amén.

Segunda estación: Jesús carga la cruz al calvario

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco la herida profunda y dolorosa del santo hombro de Jesús, sobre la cual se apoyó todo el peso de la santa cruz. Los méritos de esta santa llaga concédenos contrición perfecta de todos nuestros pecados y la gracia de aceptar con paz y mansedumbre todas las cruces que tú quieras enviarnos durante nuestra vida. Amén.

Tercera estación: Jesús cae por primera vez

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las santas llagas de nuestro Señor Jesucristo, caído bajo el peso aplastante de la santa cruz. Por los méritos de esta primera caída y en las santas llagas de Jesús, te ruego que nos concedas la gracia de comenzar una nueva vida con fervor y amor, y caminar con paso firme y constante en el camino de tus mandamientos. Amén.

Cuarta estación: Jesús encuentra a su madre dolorosa

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo, tras pasadas por la espada de dolor del corazón amoroso de tu santísima madre cuando se encuentra con él con la cruz a cuestas camino al calvario. Por los méritos de la angustia de los sagrados corazones de Jesús y María y por los méritos de las santas llagas de Jesús, te pido que nos concedas una perfecta contrición de nuestros pecados ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Ínter estación: Jesús es ayudado por su discípulo

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las santas y profundas llagas de donde emanaba la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y que por la pérdida de sus fuerzas y a pesar de la crueldad de sus enemigos, éstos se vieron obligados a prestarle ayuda con el Cirineo. Los méritos de sus santas llagas y por su agotamiento total, concédenos un verdadero espíritu de penitencia y amor a la santa cruz de tu amado hijo. Amén.

Señor Jesús, perdón y misericordia

Por los méritos de tus santas llagas, te adoramos y te bendecimos.

Primera estación: La Verónica limpia la cara

Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las llagas del santo rostro de nuestro Señor Jesucristo. Por los méritos de las santas llagas, te ruego purificar el rostro de mi alma y otorgarme un corazón bueno y compasivo hacia los demás. Amén.

Séptima estación: Jesús cae por segunda vez

Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos porque por tu santa cruz reinicias el mundo. Padre eterno, te ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo que nuevamente se abrieron por efecto de sus repetidas caídas. Por los méritos de esta segunda caída tan dolorosa y por las santas llagas de Jesús, te pido que me libres de caer nuevamente en el pecado y me concedas la gracia de corregir mis malos hábitos y defectos. Amén.

Octava estación: Jesús consuela a las mujeres

Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las llagas de nuestro Señor Jesucristo que conmovieron a las piadosas mujeres de Jerusalén. En nombre de las santas llagas de Jesús, te pido que mires con misericordia a los hijos de Israel, que reconozcan a su divino Mesías, gocen de sus promesas y se conviertan en verdaderos y fervorosos apóstoles de Cristo. Amigo Señor Jesús, perdón y misericordia por los méritos de tus santas llagas. Amén.

Novena estación: Jesús cae por tercera vez

Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las santas llagas de nuestro Señor Jesucristo, grabadas y aumentadas por esta tercera caída tan dolorosa. Por los méritos de las santas llagas de Jesús, te pido que me preserves de la ceguera espiritual y concedas tu gracia a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, para que caminen con paso firme y constante por el camino de la negación y la renuncia de sí mismos. Amén.

Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

Señor Jesús, te adoramos y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Padre eterno, te ofrezco las santas llagas abiertas del sagrado cuerpo de Jesús después de haber sido despojado de sus vestiduras. Por los méritos de las santas llagas, te suplico que nos concedas la gracia de valorar y apreciar el sacrificio de tu redención y sigamos tus enseñanzas con amor y fidelidad. Amén.

Rezando con fe y humildad

Señor Jesús, perdón y misericordia por los méritos de tus santas llagas. En este momento de oración, me desnudo violentamente de mí mismo, reconociendo mi necesidad de tu gracia. Con humildad, te pido que me concedas un desapego total de mí mismo, para poder seguir tu camino.

La cruz redentora

En la estación en la que Jesús es clavado en la cruz, adoramos y bendecimos a Cristo, quien por su santa cruz redimió al mundo. Contemplamos las heridas en sus manos y pies, causadas por los clavos, y el dolor de su cabeza lacerada por la corona de espinas. Oramos para que, por los méritos de sus dolores indescriptibles y sus santas llagas, caiga un rayo de tu gracia sobre los corazones endurecidos de los infieles y pecadores obstinados, conduciéndolos a los pies de la santa cruz de tu amado Hijo.

El sacrificio de Jesús

En esta treceava estación, María recibe en sus brazos al Señor herido y traspasado por la lanza. Adoramos y bendecimos a Cristo, quien por su santa cruz redimió al mundo. Ofrecemos las llagas de nuestro Señor Jesucristo, depositado en los brazos de su santísima madre, y pedimos a la reina de los mártires que grabe en nuestro corazón las heridas de Jesús crucificado. Aprendamos a meditar en su corona de espinas, sus manos y pies traspasados, y todo su cuerpo flagelado y herido, por los méritos de las santas llagas de Jesús. Que podamos alcanzar una perfecta contrición de nuestros pecados ahora y en la hora de nuestra muerte.

Acompañando a Jesús hasta la tumba

En esta catorceava estación, nuestra señora acompaña a su divino hijo a la tumba. Adoramos y bendecimos a Cristo, quien por su santa cruz redimió al mundo. Recordamos las heridas del cuerpo de Jesús depositado en el sepulcro, mientras meditamos en las palabras del profeta Isaías. Encomendamos nuestras almas a su cuidado y oramos para que, por los méritos de sus santas llagas, podamos alcanzar la vida eterna.

En este artículo hablaremos de rezos, oraciones y plegarias que nos acercan a Dios y fortalecen nuestra fe cristiana. Con nuestras palabras dirigidas al Señor, buscamos su perdón, su misericordia y expresamos nuestro amor y gratitud hacia Él.

Un llamado a la misericordia

Señor Jesús, ten misericordia de mi alma, clamo a ti desde lo más profundo de mi ser. Reconozco que he pecado y necesito de tu perdón. Mis heridas espirituales me pesan, como llagas vivas que claman por ser tratadas y sanadas. Pero confío en tus méritos, en la santa llaga que llevas por amor a nosotros.

Amor y gratitud hacia el Salvador

Dulce Jesús, mi Dios y Salvador, eres la única felicidad de mi alma. Te amo con un amor que ni siquiera los serafines pueden igualar. Has derramado tu sangre y has muerto por salvarme, y sin embargo, he ofendido tu amor con mis acciones.

Ofrecimiento de meditación

Amable Redentor, te ofrezco esta breve meditación de tu sagrada pasión y muerte como muestra de mi amor y gratitud hacia ti. Me uno en oración a la Santísima Virgen María, a todos los santos y ángeles del cielo, para bendecir mis buenas intenciones y fortalecer mi caminar en la fe.

Cierre

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