San Cipriano: Poderoso protector contra enemigos y proveedor de favores
En el nombre del poderoso San Cipriano, bendito abogado contra todo mal, te rezo y confío mi devoción. En mi mente y corazón, con toda la fuerza, te imploro protección y liberación de todo peligro y daño del prójimo. Que mi vida sea preservada y que no sufra injusticia, humillación o enfermedad.
Petición de protección
Oh glorioso San Cipriano, te ruego que me libres de las malas lenguas y del maleficio maligno. Protégeme de aquellos que me maldicen y aleja de mí todo daño. Aleja de mi vida a las personas malintencionadas, a los traidores, mentirosos y envidiosos. Protege mi hogar de los violentos y malhechores.
Liberación de energías negativas
Encomiendo a tu poder, San Cipriano, cortar cualquier magia, hechicería, maldición o brujería que mis enemigos declarados u ocultos me hayan hecho o deseen hacerme en el futuro. Elimina también toda tentación y protegeme de la persecución y acoso de mis enemigos.
Ruego y plegaria
Poderoso San Cipriano, acudo a ti con confianza y esperanza. Te pido un gran favor para mejorar mi vida sentimental, laboral y económica. Ruego que vea cumplida esta petición y salga victorioso de esta difícil situación que me oprime. Te ruego tu protección y bendición.
Poder celestial
Apelo al poder de Dios nuestro creador, al poder de San Cipriano y al poder del Redentor. Por el poder de la Santísima Trinidad, mi ángel de la guarda y todos los santos, apóstoles, patriarcas, ángeles y la corte celestial, deseo que mis enemigos sean confundidos y alejados. Que queden libres de malos deseos y que yo salga victorioso y triunfante sobre ellos.
Viva conforme a la voluntad de Dios y encuentre la eterna bienaventuranza
¡Bienvenidos a nuestro blog religioso cristiano! En este artículo, vamos a compartir algunas oraciones y plegarias para que puedas vivir conforme a la voluntad de Dios y encuentres la eterna bienaventuranza en el más allá.
Tres días de oración
Para comenzar, te invitamos a realizar la siguiente oración durante tres días consecutivos:
"Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, te pido que me concedas vivir conforme a tu voluntad y que, después de esta vida, encuentre la eterna bienaventuranza en el otro mundo por Jesucristo nuestro Señor. Amén."
La confesión de fe
A continuación, te animamos a recitar el credo, que expresa nuestra confesión de fe en Dios:
"Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén."
Petición personal y oración final
En este momento, te invitamos a realizar una petición personal a Dios, compartiendo tus intenciones en los comentarios si así lo deseas. Luego, culminamos con una oración final:
"Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén."
Esperamos que estas oraciones y plegarias te brinden consuelo y fortaleza espiritual. Recuerda rezar con fe y confiar en la voluntad de Dios. ¡Que Dios te bendiga!
Rezo del Padre Nuestro
Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Rezo del Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Agradecimiento
Gracias por escuchar esta oración. Si te ha gustado, te invitamos a colaborar con Oraciones Para Todos. ¡Suscríbete a nuestro canal, comparte el vídeo y participa dejando tus intenciones en los comentarios! ¡Dios te bendiga!