
La poderosa oración a Jesús, el sanador divino, para recibir la cura de enfermedades
Esta oración es muy especial, queridos hermanos y hermanas. En un mundo donde las enfermedades azotan día a día, es importante acudir a nuestro buen Jesús. Él es nuestro protector, médico verdadero y dador de salud.
Oración de sanación
Adora al Señor tu Dios y él bendecirá tu pan y tu agua, se apartará de ustedes toda enfermedad. (Éxodo 23:25)
Mi buen Jesús, te alabo, te adoro y te amo con todo mi corazón. Agradezco tu entrega por nosotros en la cruz. Sé que siempre estás a nuestro lado, que todo lo ves y sabes, y que nunca nos abandonas. Tú eres el buen pastor que cuida de tu rebaño.
Te ruego, Jesús, que defiendas y concedas tu protección y amparo a este siervo que tanto padece por su enfermedad. Señor, las enfermedades azotan al mundo entero, pero confío en tu poder para sanarnos.
Petición por la sanación
Santísimo Jesús, tú eres el perfecto médico que sanará los males del cuerpo y del alma. Pongo en tus preciosas manos mi vida y la vida de todas las personas que sufren enfermedades en este momento.
Pido que nos des serenidad y calma para tomar decisiones acertadas, y que nos ayudes a tener fe certera en que todo mejorará. Ayúdanos a combatir las enfermedades con fortaleza y sin desfallecer.
También te pido, padre bueno, que proveas acceso a los tratamientos necesarios para aliviar nuestras fuerzas y recuperarnos. Confío en que tú escuchas mi oración y estás obrando desde ya en esta petición tan grande que te hago de corazón.
Petición por la protección
No permitas que más vidas se pierdan a causa de las enfermedades. Protégenos, oh Dios, y cuida a cada uno de tus hijos, especialmente a los más débiles, como los niños y los ancianos.
Ahora, nombra al paciente por quien deseas orar, para que Jesús pueda obrar en él o ella. Si lo deseas, puedes reforzar tu petición escribiéndola en los comentarios.
Una oración por la salud y la fortaleza
Señor, hoy nos acercamos a ti con humildad y fe, reconociendo que eres el dador de vida y el poderoso sanador. Te pedimos que bendigas a todos los profesionales de la salud, dandoles sabiduría y fortaleza para ser canales de tu bendición y ayudarnos en nuestros momentos de enfermedad. Te rogamos que no permitas que caigamos en el miedo y la desesperación, sino que nos enseñes a enfrentar las enfermedades siempre con tu compañía. Estamos convencidos de que nunca nos desamparas, y que siempre estás a nuestro lado dando las fuerzas necesarias para salir adelante. Nuestra confianza en ti es nuestro mejor remedio y la mejor protección ante cualquier mal que quiera dañar nuestra salud. Llenos de esperanza, te pedimos que reconfortes nuestros corazones y no permitas que el temor nos paralice. Ayúdanos a estar siempre preparados y a tener la confianza puesta en tus manos.
Un llamado a la sanación
Todas las enfermedades son curadas por tu manto santo y poderoso. Apelamos a tu infinito amor, bondad y clemencia. Tú, que dijiste "Yo soy la resurrección y la vida", que curaste las dolencias y males de cuantos se acercaban a ti, acudimos llenos de esperanza y seguridad para implorar de tu sagrado y divino corazón. Tú eres el juez justo y verdadero, el Dios altísimo que tiene todo el poder en tus manos. Eres el poderoso de Dios que lleva el mundo y gobierna sobre toda la tierra. Oh bendito dador de vida, en ti está la libertad de la preocupación y del dolor. Fuiste enviado por tu Padre para salvarnos de la destrucción. Verdaderamente, nunca podremos llegar al cielo sin tu ayuda, Jesús, el Hijo enviado a la tierra para ayudarnos. Tú, Señor, haces milagros por los enfermos y las almas perdidas. Perdónanos y líbranos de la condenación.
La luz y la verdad
Tú eres la luz en la oscuridad, la verdad absoluta. Tu camino, Señor, es el camino hacia la esperanza celestial. Tus manos crearon el universo y eres el verdadero dador de vida. La vida descansa en tus manos. Desde ya, te damos gracias amado Cristo, porque sabemos que prestas oído a nuestras oraciones. Creemos que en estos tiempos de enfermedad, tú eres la cura para nuestra desesperanza. Gracias, Señor incomparable, porque estamos seguros de que nos amas tan fuertemente que dispones todos los caminos para que podamos seguir adelante con una salud restablecida y la paz que necesitamos en nuestras vidas. Te rogamos que tomes nuestra oración en cuenta, Dios bueno, y que nos des la confianza de saber que podemos combatir todas las enfermedades tomando de tu santa y poderosa mano. Todo esto te lo pedimos con profunda fe.
Fe en el poderoso nombre de Jesucristo
¡Amén! Si esta oración ha sido de tu ayuda, te invitamos a que sigas leyendo y compartas este artículo con aquellos que lo necesiten. En estos tiempos tan difíciles donde la enfermedad nos azota sin cesar, es importante unirnos en oración por la sanidad del mundo.
Dios como sanador de los enfermos
En el nombre de Jesucristo, pidamos a Dios que se manifieste como el sanador de los enfermos. En momentos de incertidumbre, recordemos que tenemos un Dios todopoderoso que puede obrar milagros. No importa cuál sea la enfermedad, tenemos fe en su misericordia y poder para sanar.
Fortaleza en la adversidad
En estos tiempos difíciles, necesitamos fortaleza para enfrentar los desafíos que se presentan. Encomendemos nuestras vidas a Dios y confiemos en su amor y cuidado. Recordemos que la felicidad es un derecho que tenemos al nacer, y que podemos encontrar paz y consuelo en nuestra fe.
Unidos en la oración
A través de nuestras oraciones, podemos generar un impacto en el mundo. No subestimemos el poder de la fe y el amor de Dios. Sigamos juntos, unidos en la oración, clamando por la sanidad y bendición de todos aquellos que lo necesitan.
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