La angustia de María: el sufrimiento de una madre por los parientes de Jesús
Quinto día: María sufre porque los parientes de Jesús no lo comprendenIniciamos por la señal de la Santa Cruz:
De nuestros enemigos líbranos, Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración introductoria para todos los días:
Dios nuestro, que quisiste que la madre de tu hijo estuviera a su lado junto a la cruz, participando en sus sufrimientos. Concede a tu iglesia que, asociada con María, a la Pasión de Cristo, merezca también participar en su gloriosa resurrección.
Virgen Santísima de los Dolores, míranos cargando nuestra cruz de cada día, compadécete de nuestros dolores como nosotros nos compadecemos de los tuyos y acompáñanos como acompañaste a tu hijo Jesucristo nuestro Señor en el camino doloroso del Calvario. Eres nuestra madre y te necesitamos, ayúdanos a sufrir con amor y esperanza, con paciencia y aceptación, para que nuestro dolor, asociado al tuyo y al de tu hijo, tenga valor redentor y, en las manos de Dios nuestro Padre, se transforme en gracia para salvación del mundo.
Se hace la lectura correspondiente a cada día, luego se medita brevemente el texto evangélico, tratando de descubrir los sentimientos de la virgen de los dolores y de llenarse de compasión. Se presentan al Señor en profundo silencio los propios sufrimientos y los del mundo entero, pidiendo la gracia de que ellos no nos aparten de él. Y se termina con la oración conclusiva.
Lectura del día
"Se acercaba la fiesta judía de las chozas, y sus hermanos le dijeron: 'No te quedes aquí, ve a para que también tus discípulos de allí vean las obras que haces. Cuando uno quiere hacerse conocer, no actúa en secreto. Ya que tú haces estas cosas, manifiéstate al mundo.'".
"Efectivamente, ni sus propios hermanos creían en él. Jesús les dijo: 'Mi tiempo no ha llegado todavía, mientras que para ustedes cualquier tiempo es bueno. El mundo no tiene por qué odiarlos a ustedes, me odia a mí, porque a testigos contra él sus obras son malas. Ustedes, para la fiesta, yo no subo. A esa fiesta, porque mi tiempo no se ha cumplido aún."
Oración conclusiva
Junto a la cruz de su hijo, la madre llorando se ve. El dolor la ha crucificado, el amor la tiene en pie. Quédate de pie, de pie junto a Jesús. Que tu hijo sigue en la cruz, cruz del lecho de los enfermos, de los niños sin un hogar. Cruz del extranjero que su patria el que sufre en soledad. Cruz de la injusticia y miseria de los marginados de hoy. Cruz de tantas falsas promesas y de la espera ción. Cruz del abandono de amigos, del olvido y de la traición. Cruz de la amenaza y del miedo, la tortura y la prisión. Cruz de los que, sin esperanzas, sufren sin saber para.
Querida Virgen de los Dolores, te pedimos que intercedas por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.
Petición de fe, esperanza y caridad
Dios de infinita misericordia y bondad, nos diste a María como madre y modelo cristiano. Te pedimos que aumentes nuestra fe, fortalezcas nuestra esperanza y enciendas nuestra caridad para que seamos signos del gran amor que tienes para con todos.
Pedir liberación de sufrimientos
Tú conoces mejor que nadie nuestros sufrimientos y dolores. Te pedimos que, si es tu voluntad, nos libres de ellos. Pero sobre todo, queremos pedirte que ni ellos ni nada ni nadie puedan separarnos jamás de tu amor ni quitarnos las ganas de vivir.
Oración final
Te presentamos nuestra oración por medio de Jesucristo, nuestro Señor, tu Hijo e Hijo de María, la Virgen Dolorosa. Él vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
Las 7 gracias concedidas por la Santísima Virgen María
A las 7 gracias, la Santísima Virgen María manifestó a Santa Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores:
Gracia 1: Paz en las familias
Pondré paz en sus familias.
Gracia 2: Iluminación en los divinos misterios
Serán iluminados en los divinos misterios.
Gracia 3: Consuelo en las penas y acompañamiento en los trabajos
Los consolaré en sus penas y los acompañaré en sus trabajos.
Gracia 4: Concesión de peticiones
Les daré cuanto me pidan, siempre que no se oponga a la voluntad del adorable y divino Hijo.
Gracia 5: Defensa contra el enemigo infernal
Los defenderé en los combates espirituales contra el enemigo infernal y los protegeré en todos los instantes de su vida.
Gracia 6: Presencia en el momento de la muerte
Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte.
Gracia 7: Visión del rostro de María
Verán el rostro de María en sus últimos momentos.
En este artículo queremos compartir contigo una hermosa oración a Santa María, madre de Dios. La devoción a la Virgen María es muy importante en la fe cristiana y nos acerca más a Jesús. Recitar esta oración nos llena de gracia y nos guía en nuestro camino de vida.
La oración a Santa María
Santa María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Estas palabras nos recuerdan la importancia de María como madre de Jesús, nuestro salvador. Ella es un ejemplo de humildad y amor incondicional. En momentos de dificultad, podemos acudir a ella para recibir consuelo y fortaleza.
El poder de la devoción a Santa María
La devoción a Santa María puede traernos numerosos beneficios espirituales. María es mediadora entre nosotros y su hijo, Jesús, y puede interceder por nosotros en momentos de necesidad.
Si propagamos esta devoción a las lágrimas y dolores de Santa María, podemos obtener el perdón de nuestros pecados y la promesa de ser consolados y alegrados por Jesús y su madre en nuestro camino hacia la felicidad eterna.