La Oración Poderosa de Jesús: Llena tu día de bendiciones y fuerza divina
¡Ciertamente la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos! Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

Gracias Jesús por un nuevo día
Gracias Jesús por ser un ejemplo para mi vida. Me has enseñado a amar, a perdonar y a tener seres queridos a quienes cuidar. Siempre confío en ti y contigo no temo, pues eres mi esperanza y con tu gran poder sé que podrás ayudarme en cada sueño que de corazón tenga en mi vida. Ampárame en mis adversidades, socórreme en mis malos momentos, da paz a mi corazón y aleja todo lo que me angustia.
Protégeme, mi amado Jesús
Protégeme, mi amado Jesús, y concédeme todo lo que está faltando en mi vida. Permite que se arregle todo lo que me entristece para que pueda avanzar y no sufrir más. Sopla, Señor mío, sopla fuerte las bendiciones sobre mí, que traen consigo tu Espíritu Santo, para que me ayudes a creer y a dar un verdadero testimonio de tu amor al mundo. Sin temores ni miedos, te amo Jesús y confío en este momento.
Tú estás rompiendo las cadenas que me atan
Tú estás rompiendo con todas las cadenas que me tienen atado y, aunque camine por sendas oscuras, ya no vacilaré ni temeré porque tu fuerza y tu poder están conmigo y me infundes confianza. Dame la fuerza y tu poder para vencer los miedos y estar libre de angustias. Llena mi corazón y mi mente con el Espíritu Santo, esa presencia poderosa contenida en tus tres divinas personas que iluminan nuestras vidas y nos hacen ser personas decididas y valientes en la fe.
Jesús, concédeme la gracia de cumplir fielmente con la voluntad de tu Padre
Jesús, concédeme la gracia de cumplir fielmente con la santísima voluntad de tu Padre. Y cuando esta voluntad de Dios me parezca pesada y difícil de cumplir, es entonces que te ruego, Jesús, que la sangre de tus heridas fluya sobre mí y me dé la fortaleza para que mis labios repitan: "Hágase tu voluntad, Señor".
Enséñame a vivir por las almas
Compás y abismo, Jesús, concédeme la gracia de olvidarme de mí mismo para que pueda vivir totalmente por las almas, ayudándote en la obra de salvación según la santísima voluntad de tu Padre. Que cada latido de mi corazón sea un nuevo himno de agradecimiento a ti, que cada gota de mi sangre circule para ti, Señor. Mi alma es todo un himno de adoración a tu misericordia, oh Jesús.
Viviendo el momento actual
Deseo vivir el momento actual, vivir como si este día fuera el último de mi vida. Aprovechar cada momento para la mayor gloria de Dios, disfrutar de cada circunstancia de modo que el alma saque provecho. Mirar todo desde el punto de vista de que sin la voluntad de Dios no sucede nada. Todo miedo que hay dentro de mí se desvanece cuando te acepto.
Confianza en Dios y súplica por protección
Mi boca dice confiado "creo en ti, señor mío". Toca mi corazón, sána lo, libéralo del miedo y de las situaciones adversas. Eres mi fortaleza y estoy seguro de que tu amor y tu misericordia no se apartan de mi espíritu.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en mi hogar. "Jesús mío", con tu Santo Espíritu que me acompañe siempre en todos mis retos y en aquellos momentos de desolación y flaquezas que a veces siento que me tumban al piso y me hacen incapaz de continuar la lucha por ser cada día mejor.
Pedidos de limpieza y humildad
Quiero que limpies mi vida y apartes de mí todo mal pensamiento, toda mala acción y me llenes de humildad, de bondad, de generosidad hacia los demás. Que pueda dar de mi tiempo y de mi servicio a quien lo necesite, y que pueda promover el amor hacia el prójimo ayudando a los más necesitados o a quien sea que necesite de mí. Gracias Jesús por escucharme, gracias porque sé que hoy abrirás todos mis caminos, gracias pues sé que traerás a mi vida cosas buenas y con tu santo divino tendré el bienestar que ansío.
Sé que con tu ayuda, la abundancia, la prosperidad y el triunfo vendrán hoy mismo a mi hogar, a mi familia y a mí. Permite siempre que tu gracia y amor nos acompañen y enseen siempre nuestros pasos. Apartarnos de todo mal, del falso amigo, de los pensamientos que nos limitan y de las acciones malintencionadas que pretenden afectarnos y hacer daño.
Pedidos de fortaleza y sabiduría
Permíteme tener control sobre mí mismo y sobre mis emociones, pues desde hoy quiero sembrar afecto y esperanza, ser un testimonio vivo de tu poder y poder ser un humilde instrumento de tu maravillosa obra. Dame la fuerza y la sabiduría para vivir de acuerdo a lo que tú esperas de mí, para ser útil y para construir un mundo mejor para todos aquellos que me rodean.
Dame la oportunidad de poder ser una persona valiosa y temerosa de Dios, que pueda ser capaz de grandes cosas en nombre de tu amor. Que pueda hacer el bien a otros y hacer que mis hermanos también crean en tu amor, en tu palabra y en tu misericordia. Quiero, como dices en Marcos 12:30, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el mandamiento principal.
Pedidos de protección y buenos caminos
Que no haya enemigo que camine al lado de mi persona, que no haya maldad, hechizo o magia negra que pueda cerrarle los caminos a mis pasos. Y si los hay, que en su andar solo encuentren lo mismo que me desean. Que mis caminos estén abiertos, que aparezcan limpios, desbloqueados y todas las situaciones de mi vida también, para que pueda caminar por ellos sin tropiezos y pueda avanzar en la vida con fortuna, buena suerte y prosperidad.
Compromiso y gratitud
Bendito Jesús, me declaro comprometido contigo, con mucha fe en ti. Gracias por escucharme y permitirme expresar mis plegarias. Gracias porque sé que hoy abrirás todos mis caminos, gracias pues sé que traerás a mi vida cosas buenas y con tu santo divino tendré el bienestar que ansío.
Recibiendo el amor y la misericordia de Dios
En mi alma, recibo con gratitud todo el amor y la misericordia de nuestro Señor. Anhelo que Él perdone las manchas de mi pecado y me guíe diariamente para no volver a caer en tentación. Su glorioso nombre es mi refugio y prometo no hacer nada que vaya en contra de su armonía.
Tú eres mi armonía, Señor Jesús. En este momento, estoy preparado para entregarme a tu conversión. Mi corazón está limpio de pecado y deseo estar cerca de ti. Eres el centinela que cuida de mi vida y de cada uno de mis pasos. ¡Alabo tu nombre todos los días!
Jesús, la luz para la humanidad
Eres la luz de la humanidad, Señor Jesús. Gracias a tu sacrificio, tenemos la oportunidad de tener vida eterna y convertirnos en hijos de Dios. En tu nombre, limpio mi alma con fe y recibo con gozo la entrada de tu misericordia en mi corazón. Te lo pido en tu sagrado nombre, Jesús, a mí, a mí.
Que tengas un bendecido día y recuerda que los milagros siempre suceden en la vida de aquellos que confían en nuestro amado Señor.