1 Novena por las benditas almas del purgatorio  DIA PRIMERO 1

Oraciones para aliviar el sufrimiento de las almas del purgatorio: Día Primero

Día Primero: La Señal de la Santa Cruz

Oración: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, solo por quién soy y porque te amo sobre todas las cosas. Reconociendo lo mucho que he pecado, me arrepiento y te pido misericordia, Dios mío. Propongo enmendar mi vida con la ayuda de tu divina gracia. Amén.

Oración al Ángel de la Guarda: Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Ayúdame a encontrar la paz y la alegría con todos los santos, junto a Jesús, José y María. Amén.

Ofrecimiento para todos los días

Padre celestial, te ofrezco mi vida en amor y gratitud. Salva las almas que tanto costaron a Jesucristo y que son tus hijas. Líbralas de sus penas y tormentos, así como también libra mi alma de la esclavitud del vicio. Que mis buenas obras, aunque de poco valor, se unan con los méritos infinitos de tu Hijo y con los dolores de la Santísima Madre. Míranos a todos con compasión y permítenos celebrar tus misericordias en la gloria eterna. Amén.

Consideración Día Primero

Muchas son las penas que sufren las benditas almas del purgatorio, pero la mayor de ellas es pensar que por los pecados cometidos en vida, ellas mismas fueron la causa de sus sufrimientos. Oh Jesús, mi Salvador, cuánto dolor sentiría si me hubiera condenado al pensar que fui la causa de mi propia perdición. Te agradezco por tu paciencia y te pido gracia para apartarme de las ocasiones de pecado. Ten piedad de las almas que sufren en el purgatorio a causa de mis pecados y Tú, María, Madre de Dios, socórrelas con tus poderosos ruegos.

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Continuamos:

Dejamos tres Padres Nuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Reza con fervor y fe.

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, amén.

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.

Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

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