Novena de Justo Juez: Libera de enemigos, injusticias, males y enfermedades

Novena al Justo Juez

Un cordial saludo a toda la comunidad de Oraciones Para Todos. Hoy vamos a empezar la poderosa novena al Justo Juez, una forma efectiva de acercarnos a Dios y pedir por nuestras necesidades más urgentes. Esta oración nos ayudará en momentos de peligro, violencia, injusticia o cuando nos encontramos en situaciones difíciles. A través de la oración, nos inspiramos en las enseñanzas y el ejemplo de Jesús, implorando su justicia ante nuestro Padre Celestial.

La importancia de la fe

Es crucial tener en cuenta que las oraciones católicas deben realizarse con fe y convicción. No deben ser meras palabras vacías, sino que debemos creer y confiar plenamente en ellas. Muchas personas han experimentado la efectividad de esta oración cuando se realiza con fe y se cree en su poder. Por lo tanto, es necesario entender y reflexionar sobre los verdaderos motivos por los que decidimos realizar esta oración, evitando que se convierta en una rutina sin sentido.

La señal de la santa cruz y el acto de contrición

Antes de iniciar la novena, nos encomendamos a nuestro Señor Jesucristo mediante la señal de la santa cruz. Posteriormente, realizamos el acto de contrición, un acto de arrepentimiento y un compromiso sincero de no volver a pecar. Este acto demuestra nuestra disposición a confesarnos y cumplir con la penitencia necesaria para obtener el perdón de Dios.

Oración al Justo Juez

A continuación, presentamos la oración que se debe recitar todos los días de la novena al Justo Juez:

"Bienaventurado Justo Juez, hijo de la sagrada Virgen María, te pido que me protejas y me libres del peligro y de cualquier mal. Cubre mi vida con tu manto sagrado y socórreme en momentos de angustia. Aleja a mis enemigos para que no me vean ni me alcancen. Imploro tu auxilio y te pido que siempre estés conmigo. Al igual que tus apóstoles, que siempre contaron con tu protección, te suplico que no me abandones. Rindo mis plegarias ante ti, amado Juez de los fieles. Danos tu protección, luz de luz, misericordia y dicha. Amén."

Es importante realizarla con fe y creer en su poder. Nos ayuda a encontrar alivio en situaciones difíciles y a confiar en la justicia divina. Recuerda que las oraciones católicas deben ser completas y sinceras, pues sólo así tendrán un efecto significativo en nuestras vidas.

Novena para encontrar consuelo

En esta novena, busco cobijo y protección, al igual que la Virgen María acompañó su angustia. Permítele hacer lo mismo en mis momentos de prueba. Señora Madre, tómame bajo tu clemencia. Tú me conoces, no me abandones. Amén.

Oración preparatoria para todos los días

Dios ha asumido su lugar entre los jueces celestiales para dictar sentencia contra aquellos que realizan juicios falsos y se ponen del lado de los malvados. Ruega para que se haga justicia a los débiles, los huérfanos, los pobres y los necesitados. Libera a los débiles y pobres, y defiende a quienes sufren a manos de los malvados. Sin embargo, muchos no saben ni entienden, y caminan en la oscuridad. Los cimientos de la tierra tiemblan. Yo dije que ustedes son dioses, que todos son hijos del Amado. Sin embargo, morirán como cualquier hombre y caerán como cualquier tirano o falso dios. Prepárate para juzgar la tierra, porque tú eres el dueño de todas las naciones.

Rezo de tres credos y tres padres nuestros

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí, ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí, ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Nuestra oración diaria

Vida eterna amén

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal, amén.

Día primero: el Señor es un juez justo

Señor, mi Dios, en ti busco protección.

Sálvame de todos los que me persiguen, líbrame pues son como leones.

No sea que me despedacen y no haya quien me salve.

Señor, mi Dios, ¿en cuál de estas cosas he incurrido?

¿Acaso he cometido un crimen? ¿Acaso he pagado a mi amigo mal por bien?

¿Acaso he oprimido sin razón a mi enemigo?

De ser así, que mi enemigo me persiga, que me alcance y me arrastre por el suelo.

Y que haga rodar por el suelo mi honor.

Levántate, Señor, con furor, haz frente a la furia de mis enemigos.

Tú que has decretado hacer justicia, ponte de mi parte.

Rodéate del conjunto de las naciones y pon tu trono en lo alto, por encima de ellas.

Señor, tú juzgas a las naciones, juzgame conforme a mi honradez.

Júzgame conforme a mi inocencia, Dios justo que examina los pensamientos y los sentimientos más profundos.

Pon fin a la maldad de los malvados, pero al hombre honrado manténlo firme.

La protección del Dios Altísimo

Mi protección es el Dios Altísimo que salva a los de corazón sincero.

Dios es un juez justo que condena la maldad en todo tiempo.

Si el hombre no se vuelve a Dios, Dios afilará su espada.

Ya tiene su arco tenso y apunta a sus flechas encendidas.

Ya tiene listas sus armas mortales.

Miren al malvado, tiene dolores de parto, está preñado de maldad y de dar a luz mentira.

Ha hecho una fuerza muy honda y en su propia fosa caerá.

Su maldad y su violencia caerán sobre su propia cabeza.

Alabaré al Señor porque él es justo, cantaré himnos al nombre del Señor, al nombre del Altísimo.

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Continuamos a continuación

Rezamos tres credos y tres padres nuestros

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la

Creo en Dios Padre Todopoderoso

Tierra creo en Jesucristo su único hijo nuestro señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Oración de entrega y protección

Señor, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Oración de gratitud

Tú eres justo, Señor, rectos son tus decretos. Todos tus mandatos son justos y verdaderos. Me consume el celo que siento por tus palabras, pues mis enemigos se han olvidado de ellas. Tu promesa ha pasado las más duras pruebas y por eso la ama este siervo tuyo. Humilde soy y despreciado, pero no me olvido de tus preceptos. Tu justicia siempre gusta y tu enseñanza es la verdad. Me he visto angustiado y en aprietos, pero tus mandamientos me alegraron. Tus mandatos son siempre justos. Dame entendimiento para que pueda vivir. Amén.

Oración de confianza

Tú, Señor, estás conmigo. El Señor es mi pastor, nada me falta. Me hace descansar en verdes pastos, me guía a arroyos de verdes aguas. Me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno porque tú, Señor, estás conmigo. Tu vara y tu bastón me inspiran confianza. Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos, has ungido mi cabeza con perfume y has llenado mi copa a rebosar. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días y en tu casa, oh Señor, por siempre viviremos. Amén.

Finalización de la novena

Finalizamos esta novena en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Gracias por ver y leer este artículo. Si te ha gustado, te invitamos a seguir nuestro sitio y a compartirlo con otros que puedan encontrar valor en estas oraciones y plegarias. Nos encantaría conocer tus intenciones y comentarios. ¡Dios los bendiga!

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